jueves, 9 de julio de 2009

El niño del día veinticinco...


Gotitas, gotitas,
caen un día
veinticinco.

Gotitas, gotitas,
le golpean su cabeza
aun pobre niñito.

¿Quiere chicles
con caramelitos
para sus hijitos?

¡No molestes niño,
vete y no perturbes
a mis rubios angelitos!

¿Ese niño puede
robarse mis juguetitos?
Si hijito, que se vaya
y no nos moleste.

Gotitas, gotitas,
se mezclan con las lágrimas
de un pobre niñito.

¡Cuánto dolor
tiene ese pequeño
corazoncito!

Hace frió,
pero tengo
mucho calorcito.

Gotitas, gotitas,
mojan un humilde cuerpecito.
Inerte en la acera,
yace el pobre niñito.

Gotitas, gotitas,
cayeron un día veinticinco,
y se llevaron para siempre,
aun infeliz angelito.



Al pequeño niño que conocí un día veinticinco de diciembre y murió de pulmonía semanas después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hi

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.